Noruega es conocida por sus excelentes productos crudos, especialmente el pescado. Se puede encontrar salmón ahumado, gravlaks (salmón curado) y trucha en la mayoría de los restaurantes, pero también se puede disfrutar de pescado blanco fresco como bacalao, rape y halibut. El arenque y el marisco son también muy populares. Pruebe una bolsa de gambas recién traídos de alta mar y disfrútela con una cerveza helada en el muelle.
Si le gusta la carne, no se vaya de Noruega sin probar el reno, el alce, el ciervo rojo o el gallo lira. Disfrútelo con una salsa cremosa, y si se da el gusto de acompañarla de un buen vino tinto, la comida se convertirá en una verdadera experiencia.
El queso de leche de cabra (brunost), preparado de una manera particular, es una especialidad Noruega. Este queso dulce de color marrón no es muy conocido fuera de Noruega pero gusta mucho a noruegos de todas las edades. La carne curada o seca (spekemat) en forma de jamón o salchichas es una comida muy popular durante el verano. El Spekemat se sirve normalmente con un pan muy fino y crujiente (otra especialidad Noruega), crema agria y huevos revueltos, y va muy bien con una buena cerveza Noruega y/o una copa o dos de aquavit.
En los últimos años algunos cocineros noruegos han ganado premios en competiciones culinarias de gran prestigio internacional, lo que ha servido para elevar el nivel de los restaurantes noruegos y desarrollar una cocina moderna basada en productos tradicionalmente noruegos.
La conservación del patrimonio arquitectónico es importante por muchas razones. Primero, porque supone una fuente única de conocimiento acerca del pasado de un país. Los edificios pueden tener un valor simbólico para una comunidad determinada, lo que se une al sentimiento histórico y de identidad de sus habitantes. También es importante conservar las cualidades estéticas y artísticas, Y por último, es esencial una gestión razonable del patrimonio arquitectónico como parte del esfuerzo global para alcanzar un desarrollo sostenible y reducir el consumo de los recursos materiales y de la contaminación.
Las zonas urbanizadas constituyen una parte substancial del capital total de Noruega. Por esta razón, una buena gestión del patrimonio arquitectónico implica hacer un uso razonable de gran parte de las inversiones totales de la sociedad, tanto en términos económicos como medioambientales. Estudios recientes han demostrado que el mantenimiento de los edificios antiguos, en lugar de derribarlos y volver a construir, puede reducir de manera notable los niveles de contaminación y disminuir la generación de deshechos y el consumo de energía. En otras palabras, proteger los edificios supone una contribución importante y directa al desarrollo sostenible.

Los rápidos cambios que están teniendo lugar en la sociedad actual añaden presión sobre ciertos aspectos del patrimonio arquitectónico, por ejemplo, en las zonas urbanas y de tradición industrial. Las autoridades noruegas han adoptado un fuerte compromiso para tomar parte activa en los procesos de desarrollo urbanístico, con objeto de fomentar el papel que juega el patrimonio arquitectónico de Noruega como fuente vital para desarrollar un sentimiento de identidad y continuidad. Este esfuerzo no sólo aumenta el estado de bienestar de la población, sino que también sirve para ilustrar el modo posible de combinar con éxito conservación y desarrollo.
Las 28 iglesias de madera que existen en Noruega están consideradas como una contribución importante al patrimonio arquitectónico de la humanidad. El Consejo para la Protección del Patrimonio Cultural ha lanzado un programa especial para asegurar la conservación de todas ellas.
La UNESCO elabora una lista con los lugares y objetos que constituyen un componente irremplazable del patrimonio natural y cultural de la humanidad, declarándolos Patrimonio de la Humanidad. En 1972 se celebró la Convención sobre la Protección del Patrimonio Mundial, Cultural y Natural, y se redactó un convenio con el objetivo de dar protección especial a aquellos lugares que merezcan, por su valor universal, ser conservados como parte de ese patrimonio de la humanidad para disfrute de generaciones futuras. Noruega ratificó este convenio en 1977, y siete zonas noruegas están incluidas en la lista.
Bryggen en Bergen

Ciudad Minera de Røros

Pinturas Rupestres de Alta
Los yacimientos de Alta contienen una importante colección de pinturas que ofrecen al visitante una visión sobre la vida y la concepción del mundo de las gentes que vivieron allí hace más de 6000 años. Las primeras pinturas rupestres se descubrieron de manera accidental en 1973. Desde entonces se han encontrado más de 3000 en cinco puntos distintos. Estas representaciones se han realizado a lo largo de muchos años. Los dibujos más antiguos datan de hace más de 6200 años y los más modernos tienen 2500 años de antigüedad.
Iglesia de Madera de Urnes
La iglesia de madera de Urnes ocupa un lugar especial entre las 28 existentes en Noruega, debido a sus características arquitectónicas y a su historia. La iglesia fue construida durante la segunda mitad del siglo XII como capilla privada de una familia acomodada de Urnes y es una de las más antiguas y mejor conservadas de Noruega. Sus finos labrados en madera son un testimonio de la gran habilidad de los artesanos que la construyeron, y el interior muestra una riqueza ornamental poco usual. Estos constructores estaban además muy al tanto de las corrientes arquitectónicas en el extranjero y con la habilidad para cambiarlas de piedra a madera.
Vegaøyan
Con una extensión de 1037 km2, Vegaøyan está formado por multitud de islas e islotes. Aquí se ha vivido de la pesca y de la caza durante los últimos diez mil años. Conforme iban siendo habitadas las primeras islas, el característico paisaje fue formándose conjuntamente entre el pescador y una naturaleza inhóspita pero exuberante.
Fiordos del Oeste de Noruega
Los fiordos Geiranger y Nærøy conforman el paisaje de Fiordos del Oeste de Noruega, patrimonio natural de la humanidad. Las dos espectaculares zonas de fiordos son ejemplos únicos del paisaje clásico de los fiordos y poseen cualidades excepcionales para experimentar magníficas vivencias. La influencia del hombre sobre dicha región ha sido moderada y los fiordos se encuentran cerca de poblaciones sin haber sufrido intervenciones técnicas importantes. Con lo cual, constituyen los mayores paisajes de fiordos intactos en Noruega y son únicos a escala mundial.
El Arco Geodésico de Struve
El Arco del Meridiano de Struve fue la primera agrimensura científica a gran escala en Europa. Las medidas fueron efectuadas entre 1816 y 1852, bajo la dirección de Friedrich Georg Wilhelm Struve. El arco del meridiano de Struve representa un elemento esencial en la historia geocientífica. 34 puntos situados a lo largo de diez países, por donde pasa el arco meridiano, fueron reconocidos por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad. Estos son Noruega, Suecia, Finlandia, Rusia, Estonia, Letonia, Lituania, Bielorrusia, Moldavia y Ucrania.
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